domingo, 19 de diciembre de 2010

La fuente fundamental de significado

“LA ÚNICA estructura adecuada para la moralidad es la que se basa en el significado fundamental de la vida.” Eso es lo que afirmó el prominente siquiatra Rollo May. Él plantea la pregunta respecto a dónde se puede hallar esta estructura y el significado fundamental de la vida, y da la siguiente respuesta: “La estructura fundamental es la naturaleza de Dios. Los principios de Dios son los principios sobre los cuales se basa la vida desde el principio de la creación hasta el fin.”
El Sr. May dice también: “El hombre tiene una relación con Dios.” Entonces añade: “Esto es tan fundamental en el hombre que se atribuye a su creación, en la cual ‘fue hecho a la imagen de Dios.’” También dice May que el ego y la terquedad del hombre hacen que él se desvíe de la imagen piadosa, y esto causa conflictos internos y tensiones y sentimientos de culpa. Esto nos recuerda el dilema del apóstol Pablo, según su expresión: “Lo bueno que deseo no lo hago, mas lo malo que no deseo es lo que practico. ¡Hombre desdichado que soy!” (Rom. 7:19, 24) El punto básico al cual se llama la atención aquí, sin embargo, es que el significado fundamental de la vida se halla en una relación con Jehová Dios.
No son solo el espacio y el tiempo, que ya hemos considerado, lo que reduce a uno en su estimación de lo que es, sino también el verse uno rodeado de los millones de criaturas humanas que llenan la Tierra. C. G. Jung dice: “Mientras más grande sea la muchedumbre, más insignificante se hace el individuo.” Se siente “abrumado por el sentimiento de su propia pequeñez e impotencia” y le parece que, como resultado de ello, “su vida ha perdido significado.”
Pero las masas de la humanidad, tan abrumadoras al individuo, son como nada en comparación con Dios. Para Dios “las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza . . . Todas las naciones son como algo inexistente delante de él.” (Isa. 40:15, 17) Esto se escribió más de 2.000 años antes de que se establecieran las escuelas modernas de sicología, que tienen como su figura central a Sigmund Freud, quien nació en 1856 E.C.
Para que nuestra vida tenga significado verdadero, es preciso que esté conectada con Jehová Dios, el Creador del universo. Pero hoy día muchas personas dudan de que Dios siquiera exista, y por eso se les hace difícil verse en relación con él. No obstante, abunda la evidencia de que él existe. Muchas personas observan los cielos y la Tierra y concuerdan con el apóstol Pablo, quien dijo: “Sus cualidades invisibles se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por medio de las cosas hechas.” También pueden repetir las siguientes palabras que registró el salmista: “Los cielos están declarando la gloria de Dios; y de la obra de sus manos la expansión está informando.”—Rom. 1:20; Sal. 19:1.
Hoy rige entre los científicos la opinión general de que el universo tuvo principio. El primer versículo de la Biblia también dice eso: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” (Gén. 1:1) En su libro God and the Astronomers (Dios y los astrónomos), Robert Jastrow escribió:
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En un tratado matemático sobre la relatividad, el teórico británico Edward Milne llegó a la siguiente conclusión: “En cuanto a la causa primera del Universo, en el contexto de la expansión [la Gran Explosión], ese detalle se deja para que lo inserte el lector, pero nuestro cuadro queda incompleto sin Él.”
La publicación Journal of the American Medical Association, del 22 de agosto de 1977, página 899, dijo: “Hoy día por lo menos el 80% de los científicos que tratan con la biología probablemente admitirían que la biología y la vida están controladas por algún poder superior.
“El magnífico orden y reglamentación que se ven en diferentes manifestaciones de la vida y en los procesos fundamentales de índole celular y molecular ejercen fuerte influencia en la creencia de que existe un poder superior.”
Pues bien, esa gran Primera Causa reconocida cuyo nombre es Jehová tuvo propósito, o meta, al hacer la Tierra: “Él formó e hizo la tierra... la hizo firme y duradera. No la hizo un yermo desolado, sino un lugar donde viviera gente.” Así, también, cuando Adán fue puesto en el jardín, fue puesto con un propósito: “para que lo cultivara y lo guardara.” Tanto a Adán como a Eva, Dios dijo: “Tengan muchos hijos, de modo que sus descendientes vivan por toda la Tierra y la pongan bajo su control. Los pongo al cargo de los peces, las aves y todos los animales salvajes.” (Isa. 45:18; Gén. 2:15; 1:28, Today’s English Version) “Todo lo ha hecho Jehová para su propósito,” éste es su propósito para la humanidad, y sus propósitos nunca fracasan.—Pro. 16:4; Isa. 46:11.
Hoy las personas se esfuerzan por lograr metas que, para ellas, dan significado a la vida, pero, ¿son estas metas de calidad duradera? ¿Subsistirá el significado dentro del tiempo y el espacio universal? La fuente fundamental de significado es hacer de buena gana el trabajo que Jehová Dios ha ordenado para la humanidad... el cuidar de la Tierra, hermosearla, ejercer supervisión amorosa de los animales y alabar a Jehová mientras se disfruta de la vida bajo el reino de Cristo Jesús. Así, los humanos ya no serán empequeñecidos por el espacio ni acabados por el tiempo. Cada cual entonces obrará en armonía con los propósitos de Dios para la Tierra y les dará adelanto. Cada vida entonces tendrá significado, significado para el hombre y para Dios. Y si usted no quiere que el tiempo ponga fin al significado fundamental de su vida, entonces debe fijarse la meta de obtener vida eterna en la Tierra paradisíaca bajo el reino de Cristo.

A pesar de las pruebas aun hay personas que no creen en la existencia de un creador... Da tu opinión del tema.. Comenta